martes, 16 de septiembre de 2008

El ciberactivismo, la nueva revolución de la militancia política

Internet y los celulares son sus armas


Por Adriana M. Riva
De la Redacción de LA NACION

Hasta el pasado 4 de enero, la participación política de Oscar Morales se había limitado a votar. Pero ese día, este colombiano de 33 años se convirtió, en un abrir y cerrar de ojos, en el promotor de una de las marchas mundiales más exitosas contra las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC).

Su iniciativa, con la que "sólo pretendía juntar firmas", fue incluir en el sitio Facebook la campaña Un Millón de Voces contra las FARC. La propuesta, sin embargo, superó con creces sus expectativas y, un mes más tarde, terminó movilizando a más de cuatro millones de colombianos en el país y en otras 130 ciudades del mundo para repudiar al grupo guerrillero.

Este fue, sin duda, uno de los casos más paradigmáticos de un fenómeno que crece día tras día en el mundo entero y que gana cada vez más adeptos: el ciberactivismo, el flamante modelo de militancia del siglo XXI.

"Se trata de una nueva forma de activismo social, que reformula el ejercicio del poder a partir del uso de nuevas tecnologías."

Así define el especialista español en redes David de Ugarte esta nueva movida de participación política en su libro El poder de las redes .

"El ciberactivismo -escribe Ugarte- puede ser definido como toda estrategia que persigue el cambio en la agenda pública mediante la difusión de un determinado mensaje y su propagación a través del boca en boca multiplicado por los medios de comunicación y publicación electrónica personal."

Según la enciclopedia online Wikipedia, en tanto, "el ciberactivismo se refiere al conjunto de técnicas y tecnologías de la comunicación, basadas principalmente en Internet y la telefonía móvil, asociadas a la acción colectiva, tanto en el espacio virtual como en el real".

Más allá de sus posibles definiciones, lo cierto es que en los últimos años cada vez son más las personas que, a través de Internet, participan y se movilizan a favor de todo tipo de causas e iniciativas.

A veces, esa acción se limita a un simple clic, ya que con sólo cliquear en una determinada página web, cualquier persona con acceso a Internet puede, desde cualquier lugar del mundo, mandar un e-mail de protesta, hacer una donación o firmar un documento para, entre otras cosas, exigir el cese de la violencia en Darfur, demandar el cierre de la prisión de Guantánamo, o reclamar el fin de la deforestación del Amazonas.

A través de la recolección de firmas online , por ejemplo, la organización Amnistía Internacional logró que en Nigeria los jueces que habían condenado a Amina Awal a ser lapidada revocaran la sentencia, luego de recibir una lluvia de firmas (de las que se juntaron nueve millones) de todas partes del mundo que repudiaban la condena.

En otra oportunidad, 400.000 personas se pusieron de acuerdo por medio de Internet y saturaron de llamadas los conmutadores telefónicos de la Casa Blanca y el Senado nacional, lo que impidió que sus ocupantes hicieran llamadas.

En la última ola de protestas en Myanmar, en tanto, los monjes budistas y demás manifestantes lograron, a través de sus celulares, cámaras digitales y blogs, traspasar las redes de la censura del régimen militar y mostrar al mundo entero lo que estaba ocurriendo en el país.

También en Irán, los blogs, que en el país ya suman más de medio millón, se han transformado en un tumulto virtual de voces que están dando lugar a una nueva forma de protesta política que logra eludir el control del régimen.

Todas estas acciones que nacen de la mano de Internet y que, en muchos casos, trascienden o impactan en el mundo real, dan cuenta de cómo la tecnología ha revolucionado la participación colectiva. Ello se debe, en gran medida, a las ventajas que ofrece la Web, tales como agilidad, inmediatez, costos casi nulos, simplicidad y, ante todo, difusión mundial.
Poder de movilización

En diálogo telefónico con LA NACION desde Madrid, Ugarte señala: "Existen, en realidad, dos fases en el ciberactivismo: una deliberativa, en la que a través de los blogs y los foros se abre el debate, y otra de movilización, en la cual a partir de e-mails y mensajes de celular la gente sale a la calle", tal como ocurrió, sin ir más lejos, durante los recientes cacerolazos por el conflicto entre el campo y el Gobierno, en la Argentina.

Conscientes del poder de movilización y captación que ofrece Internet, también los políticos ya usan las nuevas tecnologías para transmitir sus mensajes y ampliar su base de apoyo.

Entre estos, quien lleva la delantera es, de lejos, el candidato demócrata norteamericano Barack Obama, cuyo portal ( barackobama.com ) permite tejer redes sociales, sumar amigos o hacer una donación para apoyar la campaña del senador por Illinois.

El sitio ofrece, además, varias propuestas para colaborar con el candidato como, por ejemplo, cliquear en el ícono "hacer llamadas", y comunicarse luego con la lista de números telefónicos que el voluntario recibe por e-mail .

Otra novedad del ciberactivismo es que, pese a que muchas veces las acciones son alentadas por conocidas ONG, como Greenpeace y Amnistía Internacional, ya no es condición excluyente formar parte de un grupo preexistente de protesta, porque el grupo se forma al mismo tiempo que se crea el reclamo. "Antes, los activistas necesitaban de una organización para poder acceder a los medios y difundir sus ideas. Ahora, en cambio, si difundimos bien nuestro mensaje, la propia red social genera organizaciones ad hoc para fines concretos que transformen la realidad", explica Ugarte a LA NACION.

Y así, en los casos más exitosos, como el de Oscar Morales, la iniciativa de una sola persona puede llegar a transformarse en una manifestación de alcance mundial.
Biden

* El mensaje de texto vía teléfonos celulares y el e-mail fueron los medios elegidos por el candidato demócrata, Barack Obama, para revelar que el senador Joseph Biden iba a ser su compañero de fórmula. "He elegido a Joe Biden para ser mi compañero de fórmula", anunció Obama en el texto divulgado el pasado 23 de agosto. "Necesitamos la ayuda de ustedes para construir este movimiento para el cambio", agregó.